Si has viajado alguna vez por placer, sabrás que viajar es una de las actividades más enriquecedoras que pueden realizarse durante cualquier época del año. Cada destino se convierte en una experiencia, cada persona que conoces en una nueva lección de vida y cada sabor en un recuerdo inolvidable.
Sabemos que existen miles de motivos para viajar, pero sin duda, hay varios por los que realmente merece la pena al menos, disfrutar de un buen viaje al año. Si todavía no tienes la suerte de conocerlos, te los contamos a continuación.
Cinco razones para viajar al menos una vez al año
Viajando nos deshacemos de prejuicios al conocer otras culturas
Viajar te ayuda a crecer como persona y a valorar en mayor medida a los demás, sin prejuicios o convicciones arraigadas socialmente. Al viajar te das cuenta de lo importante y positiva que es la diversidad cultural, descubres nuevas formas de vivir, de pensar, de comer o celebrar.
No nos equivocamos al afirmar que viajar es lo más parecido a leer un buen libro, una de esas lecturas que te enriquecen de verdad, sea cual sea el tipo de turismo que estés haciendo.
Al viajar encontrarás gente de todo tipo y te darás cuenta de lo insignificante y a la vez, lo importante que eres dentro del mundo. Se trata de una experiencia que es complicado explicar con palabras, pero te aseguramos que después de un buen viaje, creces como ser humano.
Especialmente, si escoges un destino con una cultura radicalmente diferente a la tuya. Aprenderás nuevos modos de entender el arte, la religión o las tradiciones. Abrirás tu mente para intentar entender esas formas diferentes de vivir y en la mayoría de los casos, te sentirás mucho mejor al empezar a comprender cuál es tu lugar dentro de este inmenso planeta. Viajar nos ayuda a conocernos a nosotros mismos.
¿Crees que exageramos? Prepara tu maleta, marca un punto en el mapa y reserva tu viaje. A la vuelta, nos cuentas si teníamos o no razón. ¿Aceptas el reto?
Viajar nos ayuda a ser más sabios
Además de ayudarte a entender mejor el mundo que te rodea y tu realidad personal y cultural, viajar también te enriquece intelectualmente.
Cuando visitas un nuevo destino, casi sin darte cuenta, te estás empapando de su historia, su cultura y sus costumbres sociales. Puedes ver mil películas o leer mil libros que describan dicho destino a la perfección, que hasta que no lo pisas, lo recorres, lo saboreas y lo vives en definitiva, no lo conocerás de verdad. No es lo mismo conocer el tipo de sistema político de un país, que experimentar sus consecuencias sociales mientras lo visitas.
Tampoco es lo mismo aprender una receta exótica en un libro de cocina, que degustarla en su lugar de origen, experimentando todos esos nuevos sabores y olores en tus propias carnes.
Viajar también supone una oportunidad única para practicar idiomas y relacionarte con personas de culturas diferentes. Te sorprenderá lo distintos y a la vez, tan semejantes que pueden llegar a ser los habitantes de países que para ti, resultaban recónditos hasta el momento de conocerlos.
Viajar es una experiencia brutal a nivel intelectual.
Probar nuevos sabores
Especialmente para los viajeros más foodies, esta puede ser una razón de peso a la hora de escoger un destino. De hecho, existe una corriente cada vez más creciente, denominada turismo gastronómico, basada en aquellos destinos que destacan por su riqueza culinaria. Países como España, Francia, Perú, México, Grecia, China, Japón o Italia son algunos de los territorios que cada año, reciben a miles de turistas interesados en probar esos sabores típicos y disfrutar de los mejores platos de la cocina local de cada uno de ellos.
Si es tu caso y te apetece convertir tu próximo viaje en una experiencia gastronómica inigualable, al tiempo que disfrutas de parajes de ensueño y desconectas de la rutina al 100%, México puede ser un destino especialmente interesante.
Catalonia Hotels & Resorts cuenta con varias opciones a tener en cuenta en el país, como el hotel Catalonia Playa Maroma, situado a escasos metros de las preciosas aguas cristalinas de Playa Punta de Maroma.
Este exclusivo alojamiento se encuentra a solo 30 minutos en coche del aeropuerto internacional de Cancún y disfruta de una posición privilegiada para visitar las pirámides de Chichen Itzá o Cobá.
Y como la cosa va de turismo foodie, cabe resaltar que el hotel cuenta además, con seis restaurantes diferentes con distintas temáticas.
Entre ellos, el restaurante Adelita te permitirá descubrir los deliciosos manjares típicos de la comida mexicana, que también están presentes en su espectacular restaurante buffet El Pajarito, donde además, encontrarás diferentes propuestas de cocina internacional.
Mención especial merece también su restaurante japonés Ayami, donde podrás disfrutar de la preparación de los platos frente a ti, de la mano de los mejores chefs de la cocina nipona.
Viajar nos hace reflexionar
Como se suele decir, viajar es una experiencia que te pone en tu sitio. No sólo te ayuda a realizarte como persona, sino que además, es un remedio altamente eficaz contra el estrés y la solución ideal para escapar de la rutina. Viajar nos permite relajarnos y dedicarle tiempo a pensar, algo que por desgracia, no suele ser fácil. De hecho, si viajas solo, pondrás aún más en práctica este motivo.
Decir “hasta luego” al trabajo, las obligaciones y los horarios y emplear toda tu actividad mental en mimetizarte con ese nuevo destino es algo súper positivo a nivel mental.
Piénsalo, ¿cuándo fue la última vez que empleaste una buena cantidad de minutos exclusivamente a pensar? ¿Qué tiempo dedicas a la semana a tratar de reflexionar acerca de tu vida o todo lo que tienes alrededor? Un viaje puede ser una oportunidad única para estabilizar tu mente y recargar pilas. Eso sí, esto es algo que depende completamente de ti. ¡Sácale el máximo partido a tu próxima escapada!
Viajar te permite convivir en contacto más estrecho con la naturaleza
Cuando hablamos de descubrir nuevos lugares, no nos referimos exclusivamente a nuevas ciudades y entornos urbanos. El turismo natural es sin duda, una de las modalidades de viaje más enriquecedoras.
La playa, la montaña, una excursión a la selva o el desierto… cualquier excusa es buena para vivir aventuras y romper con la rutina.
¿Nos permites una recomendación? En tu próximo destino, sea cual sea, intenta guardar al menos un día de tu viaje para visitar los atractivos naturales más cercanos. Da igual que tengas previsto conocer una nueva ciudad, seguro que a escasos kilómetros puedes pasear por alguna playa, disfrutar del senderismo en la montaña o adentrarte en alguna reserva natural.
No necesitas ser un senderista experimentado para disfrutar de la naturaleza y conectar con ella. Un simple paseo por un parque con el sonido del canto de los pájaros de fondo y el sol alumbrando tu rostro, puede convertirse en una oportunidad excepcional para empezar a descubrir todo lo que la naturaleza puede aportar a tu vida. Y sin duda, un viaje es siempre un momento ideal para ello.
Como has podido observar, sobran los motivos para emprender un nuevo viaje cada día. Pero como sabemos que eso es imposible, te proponemos que al menos, te concedas el placer de disfrutar de un viaje de temática diferente cada año. Viajar es sinónimo de felicidad. ¿Has elegido ya tu próximo destino?
