Berlín es la capital más especial de todo el viejo continente y es gracias a su historia reciente, su vida nocturna, su oferta comercial y la atmósfera tan particular que respiran sus calles.
A todo esto, hay que añadirle la presencia de alguno de los museos más importantes del planeta, con el Pérgamo como referencia principal, y su característica multiculturalidad, presente tanto en sus calles como en su gastronomía.
Berlín es una ciudad moderna, pero que no olvida su historia, plasmada prácticamente en cada calle a través de un sinfín de detalles que en ocasiones, consiguen erizar la piel. La mejor muestra de ellos son los restos de su famoso Muro, convertidos en un verdadero mural de arte urbano y en el protagonista de miles de fotografías que cada día, continúan poblando las redes sociales de medio mundo.
Bienvenido a una ciudad con vida propia, activa durante las veinticuatro horas del día y en la que la modernidad y la historia se encuentran presentes en la vida de cada uno de sus habitantes.
A continuación, te mostramos cuáles son sus atractivos más importantes.
El Muro de Berlín
Sería imposible arrancar nuestro listado de lugares que visitar en Berlín con otra elección. El Muro de Berlín es la seña de identidad principal de la ciudad, parte intrínseca e indispensable para entender su historia y moldeador de las personalidades de sus gentes durante decenas de años.
Permaneció en pie durante un total de 28 primaveras y muchas personas dejaron allí sus vidas con el único afán de cruzar al otro lado. Quizás simplemente, para visitar a un ser querido a quien echaban de menos.
La historia del Muro de Berlín y especialmente, las historias particulares de las personas cuyas vidas se encontraron de un modo u otro, condicionadas por esta barrera de piedra, ponen la piel de gallina.
Si tuviéramos que escoger un tour guiado entre los numerosos disponibles en la ciudad, sin duda, nos quedaríamos con este.
Pero más allá de su significado y su trasfondo cultural, el Muro de Berlín destaca por haberse convertido en una de las galerías de arte urbano más relevantes a nivel internacional. Concretamente, nos referimos a la zona del East Side Gallery, que ocupa más de un kilómetro de longitud y en la que podrás hacerte una foto junto al famoso grafiti del beso entre dos líderes comunistas.
No hay ni un solo mural en toda la galería que no ofrezca un significado especial, invitando a la reflexión y lo más importante, recordando la historia de esta famosa pared para que nunca sea olvidada.
La Puerta de Brandemburgo
Junto al muro, el otro gran símbolo de la ciudad de Berlín y de nuevo, una parada con una gran carga histórica.
Se trata de uno de los pocos monumentos de la ciudad que sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial, conservando a día de hoy el aspecto que presentaba en el momento de su inauguración en el año 1791.
Esta emblemática puerta ha sido testigo de algunos de los hitos históricos más trascendentes de Berlín, como el desfile de las tropas de Napoleón al entrar en la ciudad o más recientemente, del ejército nazi de Adolf Hitler.
Además de su imponente estructura, esta especie de arco del triunfo destaca por la impresionante cuadriga de cobre de su parte superior, que representa a la Diosa Victoria.
Bebelplatz
Esta bella plaza del centro berlinés era conocida antiguamente como Opernplatz. El motivo, es la presencia de la Ópera de Berlín en su interior, que convive con otros edificios históricos como la Antigua Biblioteca de la ciudad, la Universidad Humboldt o la Catedral de Santa Eduvigis.
Seguro que has oído hablar de la mítica quema de libros llevada a cabo por los nazis con el fin de censurar a autores judíos y comunistas. Pues, fue precisamente en esta misma plaza donde tuvo lugar. Pero ya te avisábamos al inicio del artículo que Berlín es una ciudad que no olvida su historia y en este caso, no podía ser menos. Con el fin de recordar aquel acto, actualmente es posible visitar un monumento en la plaza que representa varias estanterías vacías observables a través de una especie de ventana de cristal en el suelo.
Bebelplatz reúne varios de los edificios históricos más importantes de la capital y además, cuenta una parte esencial de su historia. Por eso, su visita es siempre una de las mejores cosas que hacer en Berlín.
El Museo de Pérgamo
Berlín destaca por haberse convertido en una de las grandes capitales del arte a nivel mundial. La razón de este distintivo reside en su famosa Isla de los Museos, formada por el Altes Museum, el Neues Museum, la Antigua Galería Nacional, el Museo Bode y el que, bajo nuestro punto de vista, resulta más recomendable, el Museo de Pérgamo.
Las cinco opciones presentan colecciones tan extensas que realmente, necesitarías una semana sólo para disfrutar de ellas con calma. Por eso, hemos elegido el que para nosotros, es el más importante, para que forme parte de nuestra lista.
De hecho, simplemente el Museo de Pérgamo ya se compone por varios museos internos: el Museo del Arte Islámico, el Museo del Antiguo Oriente Próximo y la Colección de Antigüedades Clásicas.
De entre sus numerosas obras, te aconsejamos que no te pierdas el Altar de Zeus, la Puerta del Mercado Romano de Mileto, la Puerta de Istar, la Fachada de Mushatta y el salón de Alepo.
Te recomendamos que visites el resto de museos que forman la Isla de los Museos, como el Museo Bode o el Neues Museum ya que el Museo de Pérgamo ha anunciado que permanecerá cerrado con motivo de su restauración hasta el año 2037. Pero teniendo en cuenta que está fijada la fecha de su reapertura, sería un error no incluirlo como uno de los mejores sitios que ver en Berlín.
La Catedral de Berlín
A orillas del río Spree y próxima a la Isla de los Museos, la Catedral de Berlín es seguramente, el edificio histórico más bello e imponente de la ciudad.
Gran parte de ello viene marcado por su impresionante cúpula, que al estar fabricada en cobre, ha ido tomando un tono verdoso muy particular con el paso del tiempo, que contrasta con el dorado de su cruz superior.
Te recomendamos que visites su interior para admirar su asombroso altar de mármol, su precioso órgano o la Cripta de los Hohenzollern, tumba oficial de varios miembros de la familia imperial.
Durante la visita, disfrutarás de la oportunidad de ascender los 270 escalones que conducen a la cúpula, que presenta una de las panorámicas más bellas de Berlín.
La Catedral de Berlín es un edificio enorme, de 114 metros de largo por 73 de ancho y 116 de alto, que tuvo que ser reconstruido tras los daños de la Segunda Guerra Mundial y que aún conserva en su interior, restos de la antigua catedral barroca que se ubicaba en ese mismo lugar en el siglo XVIII.
El Barrio Judío de Berlín
No muy lejos de la Isla de los Museos se encuentra una de las zonas más particulares y especiales de la capital.
El Barrio Judío destaca por su historia, presente en cada acera, cada fachada y cada calle. Pero también por la belleza de sus patios interiores o por albergar algunos de los pubs más emblemáticos de Berlín.
Para descubrir todos sus detalles, entendiendo el porqué de cada uno de ellos y conociendo todas las historias que esconden sus avenidas y edificios, te recomendamos que realices un tour guiado a través de sus calles. Habrá momentos en los que el guía te deje sin habla, pero también disfrutarás de algunos de los rincones con más encanto de toda la ciudad.
Seguramente, mientras caminas te llamen la atención las numerosas placas de metal presentes en aceras y fachadas. De nuevo, una muestra más de que Berlín no olvida su historia. Estas placas llevan los nombres de las familias judías que vivían allí y en su día, fueron enviadas a un campo de concentración.
Además, en el Barrio Judío también hay cabida para el arte urbano, presente en Dead Chicken Alley, todo un templo del grafittis en forma de callejón, e incluso para disfrutar al ritmo de techno, la banda sonora indiscutible de cualquier pub berlinés.
Un barrio alternativo, cargado de historia y significado, que estamos seguros, te va a encantar.
Nikolaiviertel
El distrito de Nikolaiviertel es lo más parecido a un casco histórico que encontrarás en la ciudad de Berlín. Como mencionábamos anteriormente, gran parte de sus monumentos y edificios principales quedaron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial, pero en este caso, el barrio fue reconstruido tratando de mantener la esencia de las antiguas casas berlinesas, mediante el uso de su mismo estilo arquitectónico
De ahí que cuando lo visites, te ofrezca la sensación de estar caminando por un lugar más antiguo de lo que realmente es.
Entre sus atractivos turísticos más relevantes destacan el Ephraim Palacete, el Knoblauchhaus y la bonita Iglesia de San Nicolás.
Y además de su estilo arquitectónico tan particular, este barrio se caracteriza por albergar algunos de los restaurantes tradicionales más recomendables de la ciudad. Si buscas probar la contundente cocina alemana en uno de sus restaurantes clásicos, este es tu sitio.
El Barrio Turco (Barrio de Kreuzberg)
Berlín es una ciudad especialmente multicultural y en la cual la comunidad turca, debido a la cercanía del país con la capital de Alemania, ha creado su espacio particular dentro de la ciudad con el paso de los años.
El Barrio Turco de Berlín es algo así como un museo de arte urbano al aire libre. En las fachadas de sus edificios podrás contemplar algunos de los murales de grafitis más famosos del planeta, como su célebre Astronauta o el mítico Mural del Elefante, tan presente en Merchandising de todo tipo.
Y tratándose de un barrio habitado casi en su totalidad por la comunidad turca berlinesa, no es de extrañar que dentro de su oferta gastronómica, los kebabs ocupen una posición privilegiada.
Olvida cualquier Kebab que hayas probado en España. Los kebabs del barrio turco de Berlín son lo más parecido a disfrutar de esta especie de bocadillo tan internacional en el mismísimo corazón de Estambul. ¡Te van a encantar!
Allí además, se encuentra la que está considerada como la mejor hamburguesería de toda la ciudad, la célebre Burgermeister.
Por último, no podíamos terminar sin mencionar su animada vida nocturna, con varias de las discotecas más importantes de Berlín y de toda Europa si tomamos la música electrónica como referencia. Los mejores ejemplos son la sala Berghain, conocida popularmente como la Catedral del Techno, la Watergate, Tresor y Club der Visionaere.
Como anécdota final, seguramente al pasear por el barrio te llame la atención que todos los edificios tengan colocadas cientos de antenas parabólicas orientadas siempre en la misma dirección. El motivo es que sus inquilinos, las utilizan para poder sintonizar los canales de televisión de Turquía.
El Monumento al Holocausto
Próxima a la Puerta de Brandemburgo encontramos otra de las muestras de la incombustible memoria de la ciudad de Berlín, empeñada en recordar su pasado para no volver a repetirlo.
El Monumento al Holocausto es uno de esos lugares que hielan el corazón al verlo por primera vez, especialmente cuando conoces su significado.
Formado por un total de 2.711 bloques de hormigón dispuestos en alturas diferentes, fue construido entre los años 2.003 y 2.005 en honor a todos los judíos asesinados en Europa durante el Holocausto.
La sensación que provoca perderse entre las calles que forman sus bloques, que en ocasiones no dejan ver la salida y crean juegos de sombras y luces en su interior, genera una mezcla de claustrofobia y angustia que hay que vivir al menos una vez en la vida. Uno de los mejores ejemplos de la historia reciente sobre cómo el arte es capaz de transmitir emociones de manera brutal.
Recuerda en todo momento dónde estás y el significado del lugar que estás visitando. No sería la primera vez que algún local llama la atención a un turista por convertir este lugar en su escenario particular para una sesión de fotos. Berlín tiene muchos lugares donde puedes dar rienda suelta a tu faceta más artística, pero desde luego, este no es uno de ellos.
Checkpoint Charlie
Hemos empezado nuestro listado de recomendaciones con el Muro de Berlín, parte esencial de la historia de la ciudad, y lo finalizamos con el punto de cruce más famoso entre lo que en su día fue la República Democrática Alemana y la República Federal.
Un recuerdo más presente en la ciudad de los años de la Guerra Fría, a través del único punto de control que a día de hoy, permanece en pie entre las calles de Berlín.
La fama de este punto de control proviene de la historia de Peter Fechter, un adolescente que vivía en Alemania del Este y que perdió su vida en la llamada franja de la muerte, al intentar cruzar a la Alemania Occindetal a través de este paso. Peter falleció desangrado entre ambos muros porque ninguno de los guardias presentes en cada una de las zonas protegidas se atrevió a encaminarse a salvarlo por miedo a posibles represalias de los otros centinelas.
Actualmente, es posible tomarse una fotografía junto a la famosa caseta de vigilancia del punto de control e incluso, puedes visitar el museo dedicado al Checkpoint Charlie y las consecuencias que tuvo la Guerra Fría en la ciudad.
La Torre de Televisión de Berlín (Berliner Fernsehturm)
La Torre de televisión de Berlín es el edificio de acceso público más alto de todo el continente europeo.
Mucho ojo porque al ser tan alta, siempre es fácil localizarla destacando por encima del resto del skyline berlinés, esto provoca un curioso efecto óptico: parece estar más cerca.
Son muchos los turistas que guiados por este efecto óptico, se han encaminado hacia su visita a pie desde el centro, invirtiendo mucho más tiempo del deseado en la caminata.
La Torre de televisión es una de las mejores atracciones que ver cerca de Berlín, pero si te alojas cerca de su distrito central, te aconsejamos que acudas a visitarla en un taxi o utilizando el transporte público.
Como imaginarás, las vistas desde su mirador principal son realmente impresionantes. Ubicado a 204 metros de altura, gira 360 grados cada media hora para ofrecer la mejor panorámica posible de la capital.
Preguntas frecuentes Berlín
¿Qué lugares no te puedes perder en Berlín?
Berlín es una ciudad enorme y es muy común que al visitarla, te dejes alguno de sus lugares de interés en el tintero. Por eso, hay que intentar acertar siempre con tu selección.
En nuestra recomendación de lugares de Berlín que no te debes perder están el Museo de Pérgamo, la Puerta de Brandemburgo, el Barrio Judío, el Muro de Berlín y la Catedral de la ciudad.
¿Dónde comer en Berlín?
Las dos mejores zonas para comer en Berlín son el Barrio turco y Nikolaiviertel. El primero de ellos, por ofrecer algunos de los mejores kebabs de toda Europa y en el caso de Nikolaiviertel, por constituir la mejor zona de la ciudad para disfrutar de la cocina tradicional alemana.
¿Cuántos días son necesarios para visitar Berlín?
Si tenemos en cuenta que se trata de una de las ciudades más grandes de Europa y que presenta multitud de lugares de interés, especialmente a nivel histórico, te aconsejamos que te reserves al menos cinco días para poder visitar Berlín y todos sus imprescindibles. Ten en cuenta que sólo entre el Museo del Pérgamo y el Barrio Judío ya vas a invertir al menos un día.
¿Cuándo es la mejor época para viajar a Berlín?
El mejor momento del año para viajar a Berlín es sin duda el verano. Las temperaturas suaves de la ciudad y el ambiente incomparable que disfruta durante sus meses de calor, lo convierten en la época ideal para visitarla.
La primavera y el otoño también pueden ser muy buen momento, pero recuerda que el invierno berlinés destaca por ser uno de los más fríos de Alemania. Aunque tiene su encanto, te aconsejamos que si no te llevas muy bien con el frío, evites acudir a ella durante los meses de diciembre, enero y febrero.
¿Cómo moverse por Berlín?
Berlín es una ciudad moderna, con una oferta de transporte público excepcional, con el tranvía como mejor opción en términos de calidad precio. Además, si te gusta montar en bicicleta, se trata de una ciudad muy bien preparada para la práctica del cicloturismo.
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