Pese a ser una de las ciudades más importantes de España, Zaragoza es una de las grandes capitales menos conocida desde el punto de vista turístico.
Hoy en Catalonia Hotels & Resorts os damos las claves para descubrir esta perla aragonesa y que ver en Zaragoza.
La celebración en 2008 de la Exposición Universal puso a la capital aragonesa en las primeras páginas de los periódicos y, lo más importante, supuso la reordenación urbana de la población y la recuperación de uno de sus signos de identidad más fuertes: el Río Ebro.
Las riberas del caudal más abundante de España se han transformado, a su paso por las calles zaragozanas, en un enorme parque urbano que permite acercarse a una realidad hasta hace poco desconectada de la ciudad. Las instalaciones de la Expo son la guinda del pastel ribereño.
Una buena forma de entrar en las instalaciones de la Expo es atravesar el Ebro a través del Puente Pabellón, obra maestra de la arquitecta iraquí Zaha Hadid. Una vez en el recinto, hay que acercarse hasta el Acuario de Zaragoza, una verdadera maravilla que repasa los ecosistemas fluviales de cuatro grandes cuencas mundiales: el Nilo; el Mekong; el Amazonas, el Darling y, como no podía ser menos, el propio Ebro. Es uno de los mejores acuarios del mundo.
Más allá del enorme parque fluvial, con sus paseos, sus terrazas y sus jardines, la ciudad cuenta con un puñado de atractivos que convierten a Zaragoza en un destino ideal para un fin de semana o, mucho mejor, un puente.
Y para meterse de lleno en la traza de calles nada mejor que otro puente; esta vez atravesamos el Puente de Piedra, con la vista puesta en la enorme Basílica de Nuestra Señora del Pilar. La iglesia dedicada a la patrona de España es uno de los edificios más reconocibles y visitados de la ciudad y da paso a la red de callejas de la ciudad antigua.
La ciudad fue fundada por los romanos en el 24 AC. Los restos de la antigua civilización son pocos, pero aún puede admirarse la pericia de los constructores de Roma en lugares como las Murallas (San Juan de los Panetes; Avenida de César Augusto y el Paseo de Echegaray y Caballero), el Puerto Fluvial (Plaza de San Bruno, 8), las Termas (San Juan y San Pedro, 3), el Teatro (San Jorge, 12), el antiguo Foro (Plaza de La Seo, 2) o los restos de la antigua necrópolis romana que se conservan en la Cripta de Santa Engracia (Castellano sn).
Visitar los orígenes de la ciudad es un buen punto de arranque para comprender la esencia zaragozana con sus múltiples añadidos y adendas que dejaron en el solar maño otras civilizaciones y gentes: como los musulmanes que convirtieron a la pequeña ciudad en una verdadera capital de cultura y arte que tiene en el famoso Palacio de la Alfajería (Diputados sn) su punto álgido.
Las salas islámicas sirvieron de inspiración a las mudéjares, ese arte netamente español que une con maestría las tradiciones arquitectónicas musulmanas y cristianas y que tiene, en Aragón, una de sus localizaciones más rotundas.
Y Zaragoza no podía ser menos; hay mudéjar, pero también mucho románico, mucho gótico y, sobretodo, mucho renacimiento. Dicen los locales que antes del ataque francés de principios del XIX, esta era la ciudad más renacentista de España; algo así como una pequeña Italia en plena Iberia. De aquella época convulsa, con la invasión francesa como telón de fondo, quedan no pocas cicatrices y, también, obras gloriosas: como las numerosas pinturas del genial Francisco Goya que se concentran en museos, iglesias y palacios.
Otra de las cosas que se pueden hacer en Zaragoza es comer; y bien. La capital de Aragón es uno de los mejores lugares de España para ir de tapeo. Las opciones son muchas, pero nosotros recomendamos los barecillos que se amontonan en torno a vías como la Calle Mayor, Don Jaime I o El Coso. Una de las especialidades de la región son las madejas, hechas a base de tripas de cordero. Más allá de las pintas o de las ideas preconcebidas, es uno de los platos más sabrosos de España ¡altamente recomendado!
Hoteles en Zaragoza
El Hotel Catalonia El Pilar, es un establecimiento de cuatro estrellas situado en pleno centro de la ciudad de Zaragoza construido en una de las mejores muestras de arte modernista de la ciudad.
A escasos minutos a pie de la Basílica del Pilar, este hotel es una más que buena opción para disfrutar, desde dentro, toda la esencia de la capital maña. El propio hotel cuenta con todos los servicios propios de su categoría (como wifi gratuita, gimnasio, bar, restaurante, accesos para personas con movilidad reducida o restaurante, entre otros)
Además, gracias a su configuración arquitectónica y la calidad de sus elementos ornamentales, podemos decir que es un atractivo turístico más de Zaragoza.
Las habitaciones, modernas y funcionales, también cuentan con un catálogo de servicios propio de un cuatro estrellas superior; un lugar de descanso ideal para explorar a fondo la capital aragonesa.
